fbpx

El análisis de la Historia del Arte podría resumirse así: retorcer distintos mecanismos buscando expresar algo a lo que no llega el lenguaje ordinario. Los bípedos con gafas hemos pasado siglos tratando de decir cosas cruciales. Un pequeño puñado en realidad, pero son aquellas para las que no resultan suficientes las palabras.

Literatura, pintura, escultura, teatro, danza… y música son venas expresivas que pretenden dar cauce a esos mensajes translógicos (que van más allá del logos). En el caso de las canciones, la palabra se rodea de melodía. En el caso de los coros, se añade la armonía polifónica para redondear el empeño.

¿Qué expresiones puede lograr un coro cantando, que no le son dados a otros medios? En primer lugar, la sensación de colectivo, de ejército sonoro que contagia su ímpetu. Por eso los himnos y jaleos gremiales se cantan a coro.

También la explosión de júbilo: tararear un «Aleluya» de El Mesías es paradigma convertido en vox populi, pero aquí también cabe la inusitada decisión de Beethoven cuando inyecta un número coral en su «Novena Sinfonía». ¿Una canción entre los instrumentos de una sinfonía?: el bueno de Ludwig sabía que solo un coro puede volcar a música ese torrente regocijante.

Otro mensaje que portan los coros es la inmensidad inabordable. Bach lo plasma una y otra vez, a menudo de manera gloriosa; pero además está lo inquietante, también una y otra vez repetido por Philip Glass.

¿Más difícil todavía? La voz coral puede transmitir conceptos físicos. Por ejemplo, cuando se hace divulgación científica sobre la idea de «cambio de estado» (evolución continua de un suceso, interrumpida por un repentino salto a otro nivel), es algo que se expresa con gráficas, pero también con polifonía cantada de modo asombroso aquíDifícilmente otro instrumento musical podría haber hecho lo que se logra con esas imágenes y sonido… corales.

Todo conjunto vocal es un artilugio capaz de emitir con precisión algunas nociones que escaparán a otros cauces expresivos. Queridos compositores, directores o SATB (sopranos, contraltos, tenores y bajos): al cantar tenéis una misión que cumplir, y el bípedo con gafas os necesita porque nada podrá sustituir a la música para coro en algunos terrenos.

Por eso Singerhood sale al auxilio de esa heroica misión, donde los coralistas son entrenados por personas que saben transmitir, no por fríos archivos de sonido MIDI.

Exprésalo con alma de coro. Es la única manera.